El camino de la mano vacía 

El Karate Shotokan, desarrollado por el maestro Gichin Funakoshi, es uno de los estilos de karate más practicados en el mundo. La búsqueda de la humildad, el respeto, la compasión, la paciencia y la tranquilidad son sus principios. Su objetivo, citando al maestro Funakoshi: "La finalidad última del karate no reside en la victoria o en la derrota, sino en la perfección del carácter del participante". La unión de la filosofía y el karate está siempre presente en el pensamiento del maestro.

El Karate-Do es un camino de superación personal. Su práctica no se refiere tan sólo al desarrollo técnico y táctico, al acondicionamiento físico, al estudio de los katas y al combate. También debe ir de la mano del desarrollo vivencial de la parte humana y la parte espiritual, el crecimiento como personas y ciudadanos ejemplares.

Para lograr esto, el Karate-Do posee principios y objetivos comunes para el crecimiento de sus alumnos: respeto, justicia, armonía y esfuerzo son los primordiales.

En el dojo (escuela) se enseña siempre a los alumnos que deben comportarse con lealtad, educación y respeto hacia los demás; no sólo en los entrenamientos sino también en su vida diaria. 

El camino antiguo del guerrero

El kobudo comprende el estudio, aprendizaje y práctica de un gran número de armas; y es, sin duda, el complemento ideal al karate. Las dos armas más conocidas o difundidas del kobudo son el Nunchaku y el Palo.

Nunchaku

El manejo del nunchaku se popularizó como arma, y su desarrollo fue paralelo y continuo al del karate, pues su dominio requiere, como en éste, comenzar por desarrollar las posturas base (blocajes, posiciones, ataques simples) antes de intentar realizar las técnicas superiores de defensa y las katas. Una vez alcanzado el dominio del arte del nunchaku, éste, de apariencia inofensiva, manejado adecuadamente se presenta como un arma muy eficaz de defensa personal.

Palo

El llamado, en kobudo, genéricamente Palo presenta diversas variantes. Así, existen diversos tipos de palos de combate, siendo los principales: Palo largo, Tolete (palo corto), Tonfa y Cuchillo.

Todos los palos de kobudo, asi como el nunchaku, se utilizan en el dojo (escuela) como técnicas de defensa y ataque, realizándose con ellos kumite, kihon y katas exactamente igual que en karate; por lo que el karateka que también practique kobudo adquirirá mayor soltura, efectividad, y coordinación en sus técnicas y le permitirá, más fácilmente avanzar y profundizar en el "camino de la mano vacía". 

El camino de la energía y la armonía

Creado por Morihei Ueshiba, el aikido es un arte marcial japonés que combina técnicas de control y derribo de uno o varios oponentes. Se utiliza el movimiento del cuerpo para redirigir la fuerza de un ataque, neutralizándolo.

La característica fundamental del aikido es la búsqueda de la neutralización del contrario en situaciones de conflicto, dando lugar a la derrota del adversario sin dañarlo, en lugar de simplemente destruirlo o humillarlo. El maestro Ueshiba buscaba en su práctica la vía de la no violencia, desarrollando en el practicante el espíritu de la paz. No se busca la confrontación, sino la unión y el aprovechamiento de la energía del contrario.

El aikido es accesible a hombres, mujeres y niños de todas las edades, condiciones físicas y habilidades. El entrenamiento en el dojo (escuela) forma el carácter y el espíritu, fomentando la humildad, el respeto y el compañerismo. En su práctica se usan tres palos de madera que simbolizan las armas antiguas japonesas; junto con las técnicas propias basadas en luxaciones, proyecciones e inmovilizaciones.

El maestro Morihei Ueshiba concluyó que el verdadero espíritu de las artes marciales no debe centrarse en el combate o la competencia deportiva, sino en la búsqueda de la perfección física y mental del ser humano, a través del entrenamiento y la práctica continuada.